NO TE VOY A PROMETER FÓRMULAS MÁGICAS.
Solo te pido un minuto para contarte por qué sé que puedo ayudarte y las lecciones reales que aprendí a las malas.
Si estás aquí, lo primero: gracias.
Y si entiendes mínimamente de mundo digital, sabrás que cuesta mucho que alguien llegue hasta tu web y se quede más de unos segundos.
Así que de verdad: gracias otra vez.

Lección #1
Incluso los grandes se caen
He trabajado en marketing estratégico desde que se inventó internet, y he visto cómo muchas empresas (muy grandes, créeme) se pegaban el trastazo por no tener una estrategia clara.
¿El motivo? Entró competencia ofreciendo lo mismo, pero más barato.
(Ay… el precio. Qué peligro tiene competir por ahí. Y qué sensibles somos en este país al bolsillo: infieles por naturaleza y con tendencia a probar lo que cuesta menos).
Tener una marca potente, estar bien posicionado, ser reconocido… no basta.
En un año, una línea de productos que suponía gran parte de la facturación de una empresa cayó, tras años de construcción. ¿Por qué?
Porque no supo reposicionarse, no reconectó con su consumidor, no anticipó tendencias.
De las consecuencias no voy a hablar, pero ya te las puedes imaginar.
Primera lección aprendida:
Aunque estés posicionado y te vaya como un tiro… plantéate qué pasaría si aparece un nuevo competidor. ¿Estás preparado?
No te duermas en los laureles, ni te creas el rey del mambo. El mercado cambia cada día y salen players que no ves venir.
Consejo: prepárate para tener capacidad de reacción. Y si te toca actuar, no lo hagas con parches. Replantea tu estrategia.

Lección #2
Una marca preciosa no vende sola
Pasé de grandes empresas a una pyme con un proyecto precioso: lanzar una marca cosmética en canal farmacia.
Tenía de todo: producto impecable, storytelling maravilloso, un packaging deluxe, respaldo financiero…
¿Sobrevivió en el mercado?
No.
Durante años luchamos contra grandes marcas.
Entramos en farmacias, investigamos, adaptamos precios…
¿Pero qué falló?
Que no había estrategia.
Nos pusimos nerviosos y, como suele pasar, quisimos “matar moscas a cañonazos”: ecommerce, Amazon, clínicas, redes, campañas, influencers…
¿De verdad hacía falta todo eso?
Pasé por cuatro agencias de marketing.
Yo misma las contraté. Algunas salieron caras, otras flojas, otras me hablaban en chino, otras no dieron resultados…
(Y no voy a dar nombres, sorry).
Pero el problema no era la agencia. El problema era nuestro: sin estrategia clara, ninguna ejecución funciona.
Una agencia normalmente ejecuta. La dirección la marcas tú. ¿Lo tienes claro?
Segunda lección aprendida:
Antes de pedir una web, SEO, influencers o una campaña… ten tu estrategia definida: quién eres, a quién hablas, qué ofreces, en qué canal, con qué presupuesto...
Quizá no te hagas de oro (o sí), pero seguro que te equivocas menos y escales con cabeza.

Lección #3
No hace falta ser "Coca-Cola"
Después de esta experiencia, me metí un año en un “super máster” y di el salto a la consultoría empresarial.
Tuve la suerte de trabajar con grandes compañías, en proyectos internacionales, en varios países.
(Ojo: sin presupuestos infinitos. Que ser grande no siempre significa gastar más).
Pero sí tenían claro algo:
una buena estrategia y personas de confianza hacen la diferencia.
Aprendí mucho con las grandes consultoras. Aprendí a asesorar, a guiar, y entendí por qué los grandes también contratan a los pequeños:
para tocar suelo.
Tercera lección aprendida:
No tienes que ser Coca-Cola para tener una estrategia potente.
Si sabes apuntar bien, optimizas mejor, vendes más.
Y por favor, repite esto conmigo:
“Marketing no es un gasto, es una inversión.”
Pero solo si dejas de matar moscas a cañonazos.

Lección #4
Emprender sin foco te pasa factura
Y como ya venía de estrellarme alguna vez… me lancé otra vez.
Monté mi propia startup Food-Tech.
Creamos un producto cojonudo (perdón por la expresión), diferencial, con una estrategia hiperdefinida.
Lanzamos el MVP, vendimos, gustó, iteramos.
¿Y qué pasó?
Que no era la prioridad de los socios. Sin foco, sin compromiso total… decidimos cerrar.
Cuarta lección aprendida:
Emprender por emprender no vale. Si no es tu prioridad, mejor no te metas.
Compromiso, foco, resiliencia y estrategia.
Sin eso, acabas agotado, frustrado y quemado.

Lección #5
Hablar el idioma del cliente solo pasa si lo has vivido
Después de todo este periplo, asesoro a startups y colaboro con escuelas de negocio como formadora (algo bueno tiene haber vivido tanto).
Y creé Pepa Comanechi, mi ecommerce de moda femenina.
¿Es mi negocio principal?
No.
Pero es mi mayor campo de entrenamiento real en ecommerce, performance, branding y campañas.
Pongo mi dinero, pruebo cosas, me equivoco, ajusto, y vuelvo a probar.
Y sí, duele mucho adelantar dinero en marketing sin saber si funcionará.
Pero el riesgo es mucho menor si sabes lo que haces.
Y aunque antes dije que no emprendas si no es tu prioridad… te matizo:
sí puedes, si tienes claro hasta dónde puedes implicarte y lo haces con cabeza.
Lección final:
Para asesorar bien hay que haber estado en el barro.
Saber lo que cuesta invertir.
Y hablar el mismo idioma que tú.

Y así nace AVENZA
Y con todo esto… nace AVENZA (de “Avanza con fuerza”).
Porque quiero ayudar a:
- PYMEs (he estado ahí)
- Startups (también las conozco bien)
- Marcas de salud, bienestar y lifestyle (porque las vivo y las entiendo)
Sin fórmulas mágicas. Sin humo. Con estrategia, trabajo y foco.
Y aunque también hemos tenido éxitos, creo sinceramente que de los fracasos se aprende más.
Por favor, no te saltes NUNCA la parte estratégica
El marketing importa. Y mucho.
Sobre todo si quieres:
✔️ Optimizar tu inversión
✔️ Conectar con tu cliente
✔️ Diferenciarte
✔️ Escalar tu portfolio
✔️ Y, por supuesto, vender más
Si te fijas… en las grandes compañías, marketing es el área donde más se invierte. Por algo será, ¿no?
No lo subestimes.
Te ahorrarás muchos dolores de cabeza. Créeme.
Como siempre digo:
“SIN ESTRATEGIA, TU NEGOCIO ES SOLO RUIDO EN EL MERCADO"
Gracias por leerme.
Ana Muñoz
Fundadora de AVENZA Marketing Consulting